El porqué de nuestra apuesta renovada por el jazz English version

Con enorme satisfacción me complazco en anunciar, a través de estas palabras, la realización del 17º Festival Internacional de Jazz de Punta del Este que tendrá lugar en la Finca El Sosiego de Punta Ballena entre los días 3 y 6 de enero de 2013. Largo e intenso ha sido el recorrido desde el festival fundacional de 1996. Tanto como la alegría de haber disfrutado de los cientos de músicos de primerísimo nivel que en todos estos años dejaron su huella artística sobre el escenario de un festival que, por su emplazamiento rural, suele fascinar a la mayoría de los jazzistas, acostumbrados como es lógico, a sitios mucho más urbanos.

Nuestra apuesta por el jazz fue, desde los lejanos inicios cuando el festival era sólo un proyecto, mucho más que el gusto personal por un tipo de música: se trató de una elección fundada también en el convencimiento de los valores culturales que supone este género musical nacido hace más de cien años en el sur de los Estados Unidos, y luego consolidado, en el transcurso del siglo XX, como un verdadero lenguaje universal capaz de fusionarse con las más diversas músicas.

Por ello este año, a finales de abril, no dudamos en adherirnos a la primera celebración del Día Internacional del Jazz que fuera instaurado durante la Conferencia General de la UNESCO realizada en noviembre de 2011, con el padrinazgo del pianista Herbie Hancock oficiando como Embajador de Buena Voluntad. Así, en el viejo galpón — ahora reciclado — de la Finca El Sosiego se dieron cita varios músicos y muchos aficionados al jazz para festejar el International Jazz Day. Esa primera reunión fue algo único e irrepetible. Sólo la empatía que se dio entre Paquito D' Rivera y Ruben Rada (quienes jamás habían tocado juntos) resultó una experiencia difícil de transmitir con palabras. Este hecho tuvo un alto contenido simbólico, ya que el jazz reunía por un lado al mayor músico afrocaribeño de la actualidad (ilustre representante del latin jazz); y por otro, al músico afrodescendiente más destacado nacido en Uruguay, abanderado del candombe que, como se sabe, es el ritmo de origen africano más genuino que ha sobrevivido en el Río de la Plata.

Al ser testigos de esta jam session celebrada en “el medio del campo”, sentimos una inocultable felicidad por haberla propiciado, y de constatar en los hechos la verdad del concepto expresado por la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova: “A todo lo largo de su historia el jazz ha sido una fuerza de transformación social positiva y sigue siéndolo hoy día. Por esta razón, la UNESCO proclamó el Día Internacional del Jazz. Esta música, cuyas raíces se remontan a la esclavitud, constituye una expresión apasionada contra todas las formas de opresión. Habla un lenguaje de la libertad que es comprensible por todas las culturas”.

 

Por todo esto es que la fundamentación que la Unesco dio sobre la incidencia del jazz en la sociedad — apoyada de forma unánime por los jazzistas más relevantes del mundo — ha servido como un aliciente e involuntario “reconocimiento” al esfuerzo que hemos realizado durante 17 años para dotar a Punta del Este, a Uruguay y a la región, de un Festival de Jazz capaz de difundir este género que Louis Armstrong definió hace mucho como “una combinación de todas las buenas músicas”.

Vale la pena reseñar ahora la fundamentación antes mencionada, en la cual el organismo internacional valora el jazz como:

1- Creador de oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia.

2- Eje de la libertad de expresión.

3- Símbolo de unidad y paz.

4- Inhibidor de tensiones entre individuos, grupos y comunidades.

5- Fomentador de la igualdad de género.

6- Reforzador del papel que juega la juventud en el cambio social.

7- Promotor de la innovación artística, la improvisación, nuevas formas de expresión y la integración de las músicas tradicionales en las formas musicales modernas.

8 - Estimulador del diálogo intercultural y facilitador de la integración de jóvenes provenientes de medios marginados.

Muchos de los conceptos citados reflejan exactamente lo que se ha vivido en el Festival Internacional de Jazz de Punta del Este todos estos años, durante y luego de finalizado el evento. Convendría contarle a los lectores que la mayoría de los músicos nos escribe posteriormente agradeciendo su paso por Punta Ballena, haciendo hincapié en la cordialidad y el afecto con que fueron recibidos, y la emoción de tocar en un ámbito tan diferente a los que viven en los encuentros más tradicionales. Y por supuesto, nos piden regresar, algo que efectivamente ha sucedido con muchos de ellos, con distintas formaciones. Por otra parte, tenemos muy en cuenta las constantes muestras de entusiasmo y placer que nos trasmiten muchas de las personas que cada verano se acercan a compartir esta propuesta.

Este reconocimiento del público, de los músicos y de la prensa constituye al mismo tiempo nuestro orgullo y nuestro compromiso. Es en nombre de todos ellos y por todos ellos, que la única alternativa posible que imaginamos es seguir adelante sin mirar los obstáculos reales que muchas veces se presentan, con el mismo entusiasmo y la plena convicción de ser útiles al posibilitar que grandes músicos de jazz hagan más llevadera la realidad cotidiana a través de la belleza que son capaces de crear. En lo personal, servir de puente entre el arte y el público se ha convertido en una de mis satisfacciones más profundas y, sin duda, en un impulso vital como pocos.

Por lo tanto, a seguir festejando la música de jazz, ya que sin ella, muchas de las cosas de la vida carecerían de sentido.

   
Francisco Yobino
Creador, Productor y Director General
Festival Internacional de Jazz de Punta del Este